Este pueblo pertenecía a la confederación de Zongolica y fue paso de los nonoalcas. Se le conocía como San Juan Teoizhuacán, que es voz de origen náhuatl y significa»lugar del dueño del rostro de dios».
En 1831 tenía ya ayuntamiento, con escuelas de primeras letras y parroquia de mampostería.
En su jurisdicción existe desde el siglo XVI el pueblo de San Jerónimo Atzingo, que hoy constituye una congregación.
Este munipio se ubica en la zona centro montañosa del estado, sobre las estribaciones de la Sierra de Zongolica, a unos 205 kilómetros de la capital Xalapa.
Su extensión territorial es de 44.04 km2, lo que representa un 0.06 por ciento del total del etado. Su topografía es quebrada con pronunciadas pendientes.
Por ahí pasa el río Totalco y varios arroyos permanentes y temporales tributarios del río Tonto, afluente del Papaloapan.
Tiene un clima templado-húmedo, con una temperatura promedio de 12 grados Celsius y una precipitación pluivial media anual de 2,723 mm.
Hablando de su vegetación, es de tipo templado caducifolio, como el ocote, encino, el fresno, sauce y álamo y xerófilos como el maguey. En cuanto a su fauna, hay una gran variedad de animales silvestres.
Cuenta también con una reserva forestal de aproximadamente 700 hectáreas de bosque casi virgen y también bancos de material pétreo para extracción de roca y mármol negro.
Sobre sus festividades, del 22 al 24 de junio celebran una fiesta religiosa en honor al patrón Sa Juan Bautista; inicia con diversas manifestaciones tradicionales 20 días antes. Y el 1 y 2 de noviembre se festeja a Todos los Santos y Fieles Difuntos.
La música que se escuchan en este lugar es banda regional con instrumentos de viento y de cuerdas, saxofón, clarinete, trombón y tarolas, guitarra, violín y contrabajo.
Sus artesanías consisten en la elaboración de prendas de vestir y blusas de estambre, lana o manta elaborados en telas de conjetura confeccionadas a mano y bordadas con colores como mangas, chalecos, líos, fajas y tlaljkuiales.
El mole de guajolote, los tamales de frijol con hojas de aguacate son sus platillos más tradicionales, así como la bebida caxtila, hecha de jugo de caña fermentada con la raíz de un arbusto que se llama timbre.