Este lugar llevaba el nombre de Tecamachales, derivado del náhuat Tetl, “piedra”; kamachili, “quijada”; ko, “en”, que significa «en la quijada de piedra». El municipio como tal, se fundó tras la batalla denominada La Noche Triste, cuando Hernán Cortés ordenó a Gonzálo Sandoval fundar Medellín.
Recibió el nombre de Medellín de Bravo e 1812 cuando Nicolás Bravo perdonó a 300 españoles prisioneros.
En 1915 cuando se fundó en este lugar el Primer Comité Agrario del estado.
Se ubica en la zona centro del estado, en las estribaciones de las llanuras del Sotavento y su extensión territorial es de 398.20 km, lo que representa un 0.55 por ciento del total del estado.
Cuenta con los ríos Jamapa y Cotaxtla. Tiene un clima cálido-húmedo-extremoso, con una temperatura promedio de 25.3 grados Celsius y una precipitación pluvial media anual de 1417.8 mm.
Su vegetación es de bosque perenifolio, con encinos. Se encuentran animales como armadillos, ardillas, conejos, tlacuaches, comadrejas, zorrillos, aves y reptiles. También cuenta con yacimientos de petróleo y gas natural, así como a explotación moderada de maderas.
Como monumento histórico tiene una iglesia, una de las más antiguas de América, con más de 400 años.
En cuanto a sus festividades, el 2 de febrero realizan la fiesta tradicional de La Candelaria.
El 29 de septiembre, la Fiesta Tradicional y Religiosa en honor de San Miguel Arcángel, patrono del lugar. El 12 de diciembre, la Fiesta de la Virgen de Guadalupe.
Y en los meses de mayo y junio realizan la Fiesta del Mango y de la Piña, respectivamente.
Los sones jarochos son la música tradicional de Medellín de Bravo. En cuanto a su gastronomía destacan platillos como la barbacoa de res, tamales de masa y elote carnitas de cochino y dulces de leche, cocadas, pepitorias, además de la comida típica de la costa como el pescado y el camarón.