En una majestuosa montaña situada en un despoblado lugar de la sierra de la Huasteca, en el municipio de Ixhuatlán, en 1965 se presentaron situaciones extrañas a las personas que transitaban por esos caminos llenos de hermosos paisajes, elevadas montañas, verde follaje y un caudaloso río que cruzaba el llano.

Se dice que antes de la llegada de los meses de febrero y marzo, cuando a la gente que caminaba por esos pasajes cercanos a la gran montaña se les hacia de noche, al pasar de la medianoche alcanzaban a escuchar frente a ellos y a lo lejos el sonido de la música de un tambor y una flauta proveniente de la más aterradora oscuridad.

Los andantes llenos de temor continuaban su camino sin lograr distinguir a los músicos que entonaban las misteriosas canciones enmedio de la noche y el silencio de la cadena montañosa. Estos hechos ocurrían coincidentemente unos días antes de la llegada de las celebraciones de los carnavales de los diferentes pueblos de alrededor de la zona.

Muchos testimonios coinciden en que la música se escuchaba por un breve momento y se detenía, pero al avanzar una cierta distancia más, volvían a escucharse los misteriosos compases ritmicos y melódicos del tambor y la flauta, estos sonidos se escuchaban durante un tramo del camino cercano a la montaña.

Al paso de los años este solitario lugar de la huasteca comenzó a ser poblado por diferentes personas que arribaron para establecerse en las faldas de la montaña, dando vida a los pueblos de Tecomate de Beltrán y Gral. Felipe Angeles.

Dentro de la cultura de estos nuevos pueblos, una de las fiestas más importantes ha sido la celebración del carnaval, la cual tiene por objetivo que el bien y el mal se encuentren en armonía, que el mal no traiga desgracias a la población, y el bien traiga dicha, prosperidad y suerte en las cosechas de la comunidad.

Esta fiesta tradicional utiliza como sus principales instrumentos musicales de celebración la flauta y el tambor, y se cree que las apariciones de la festiva y extraña música que se escuchaba en aquellas solitarias noches en la montaña, era un presagio del nacimiento de estos pueblos.

Por DuX

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