Su nombre se debe, según una tradición, a las banderillas que colocaban los ladrones o asaltantes en la cumbre del cerro de La Martinica.

Es un municipio que se encuentra en la zona centro del estado, en el eje neo volcánico, en las estribaciones últimas del Cofre de Perote, y colinda con la capital Xalapa.

Tiene una historia extensa este municipio. Nace al crearse, durante el siglo XVI, el camino de La Antigua a México, por la vía Xalapa.

Anteriormente sus tierras formaron parte del viejo fundo Jilotepec y más remotamente de Tlacolulan.

Durante 1580 a 1870, Banderilla fue paso obligado de descanso para los viajeros, ahí se estableció una venta y, más tarde, una posta, misma que funcionaba como albergue o posada para cualquier tipo de viajero. La posta era un sitio de cambio y custodia de bestias que brindaba además otros servicios como hospedaje, bodega y alimentación. Gracias a la fuerte actividad económica se convierte en municipio en 1870.

Las historias cuentan que cuando se comenzó a circular que las diligencias transportaban oro, plata y otros tesoros con destino a España, se instalaron postas (macheros), que intensificaron las actividades comerciales en la región.

Sin embargo también delincuentes llegaron y constantemente asaltaban a las diligencias, es por ello que a manera de señalamiento, se colocaban unas banderillas prendidas en las copas de los árboles de mayor altura, de esa forma los viajeros sabían cuando detenerse o avanzar sin peligro.

Banderilla se convirtió en un lugar muy importante durante la Independencia y después, en la Revolución debido al fuerte paso de armas que venían de desde la Villa Rica cruzando por la meseta de Maztlatán.

El cerro de La Martinica fue una ubicación estratégica; durante la dominación española, fue un resguardo integrado por soldados que vinieron de la isla de La Martinica, en el mar de las Antillas.

El esfuerzo de modernizar esta zona no se hizo esperar y a finales del siglo XIX Porfirio Díaz proyectó la construcción de la ruta México-Veracruz, vía Xalapa-Perote teniendo como estación intermedia a Banderilla. Este transporte se conoció como el Ferrocarril Interoceánico. Como esto, Banderilla se incorpora a la vida moderna del país.

Actualmente, su extensión territorial es de 19.84 Km2, lo que representa un 0.03 % del total del estado. Su suelo es irregular; el cerro de mayor importancia es el de La Martinica.

Cuenta con pequeños ríos que son tributarios del Sedeño, que a su vez es tributario del Actopan. Tiene un clima frío-húmedo y su temperatura promedio es de 18 grados Celsius; así como una precipitación pluvial media anual de 1500 mm.

Su vegetación es de bosque caducifolio donde se encuentran especies como el alamillo, palo barranco, álamo, aile, palo de baqueta, ancino, tepet, encino negro y rojo.

En cuanto a su fauna, se encuentran poblaciones de tejones, tlacuaches, zorrillos, conejos, armadillos y ardillas. Minerales como el gilsonita, cales y bauxita, son parte de su riqueza natural.

En cuanto a sus monumentos históricos, se han encontrado características de edificios prehispánicos de estilo teotihuacano.

Tras la Conquista, su estructura cambio ya que los habitantes de Quetzalapan, al enterarse de la llegada de los españoles, huyeron de sus antiguas edificaciones.

Durante la Colonia y más tarde, en el siglo XIX, apoyados en el Camino Real y en el Ferrocarril Interoceánico, hubo un gran desarrollo económico que propicio una importante construcción arquitectónica.

De ahí surge la fisonomía más auténtica de la ciudad: los lavaderos, los portales y las liras.

Y en el siglo XX, la Carretera Nacional habría fomentado la industria y el comercio y es probable que sea en este momento cuando la ciudad empieza a transformarse.

Hablando de sus festividades, Banderilla ha sido una ciudad con muchas fiestas, diversiones y tradiciones, sin embargo, las fiestas tradicionales han perdido gran parte de sus atractivos, como es el caso de las fiestas patronales donde se realizaban peleas de gallos en palenques improvisados, carreras de caballos y corridas de bravos toros.

Sin embargo posee una feria muy reconocida en la región, que es la Feria de Banderilla que se realiza año con año en el mes de abri.

También, celebran a su Santo Patrono, San José, el 19 de marzo. Anteriormente se realizaban como la vendimia que se realizaba en un tianguis que se instalaba frente a la iglesia, después se extendió por toda la avenida principal, al tiempo que los productos regionales fueron desplazados por mercancías modernas.

La música que se escucha en este municipio es danzón, tropical y Son Jarocho, interpretado por guitarra, violines, vihuela y contrabajo.

Respecto a su gastronomía, es muy conocido por su “surtido Banderilla”, que es un platillo integrado por lomo ahumado, costilla enchilada y cecina asada.

También destacan el mole, los chiles rellenos, camitas de cerdo, longaniza, carne salada, lomo de puerco, gorditas picadas, chicharrones, chiles rellenos de picadillo y frijoles refritos acompañados con abundante queso.

Un punto turístico muy importante y que vale la pena visitar es el jardín de las hermanas Lecuona donde hay toda clase de flores y de frutas.

Tienen una notable colección de orquídeas la cual es conocida en Nueva York, y desde allá se piden pagándolas a buen precio.

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