Su nombre proviene del náhuatl Amatl, “amate”; Tlan, “junto a”, lo que significa “lugar donde hay muchas higueras o amates”. Se encuentra en la zona centro montañoso del estado, a 170 Km de la capital Xalapa.
La fundación de la villa data del año 1456, aunque su origen se ubica, según el antropólogo Luis Reyes García, en el año 900 a.C.
En 1547 se erige la iglesia de Amatlán de los Reyes. Los primeros pobladores la conocieron como “la cuna de Córdoba”, porque en ese lugar se reunieron los 30 caballeros para fundar Córdoba y de ahí salieron las 10 familias que fueron a poblarla.
La Hacienda de Guadalupe donde se plantaron las primeras matas de café de La Habana y el mango manila de Filipinas, se estableció en el año 1640 y su propietario era el Conde de Oñate, caballero cantábrico.
Este municipio cuenta con una extensión territorial de 151.5 km, lo que representa un 0.21 por ciento del total del estado.
Tiene pequeños arroyos y ríos, tributarios del río Blanco. Su clima es templado-regular con una temperatura promedio de 18 grados Centígrados y una precipitación pluvial media anual de 1,807.7 mm.
Su vegetación es bosque templado caducifolio, selva mediana subperennifolia y secundaria donde se encuentran especies como el ocozote, encino, fresno, álamo y sauce.
En cuanto a su fauna, hay poblaciones de conejo, zorros, perdices, tlacuaches, armadillos, aves y reptiles como palanca, víboras de cascabel y coralillo.
Su riqueza natural son los minerales como el aluvión, mosaicos acotitla y calizas; también recursos forestales en su mayoría de maderas blancas; anteriormente había el cedro y xochitcuahuitl pero se ha ido desapareciendo.
También se explota la grava, calhidra y mármol que actualmente no se están explotando; además hay una perforación de un pozo petrolero que está en reserva.
Es muy rico en tradiciones. En mayo celebran al Santo Cristo con una fiesta con carrera de caballos, palo encebado, bandas de música, bailes, danza de moros, santiagueros y voladores de Papantla.
De igual manera, en este municipio se celebra Todos Santos y también se realizan las Mayordomías, que se refieren a la celebración de un santo y el encargado de guardarlo en su casa realiza una fiesta atendiendo a los visitantes con comida, bebida y música.
Respecto a su música, es típica la autóctona ejecutada con un instrumento prehispánico llamado bandio y se acompaña con guitarra.
Una de sus bellas tradiciones es su traje típico; la mujer amateca usa un traje que se cree, deriva de la indumentaria mixteca ya que se sabe, los amatecos visitaban año con año el Santuario de Otatitlán, de donde traían las telas y las ideas de los bordados.
El traje consta de una enagua blanca de manta que llega a los tobillos, ligeramente plisada. Un blusón muy amplio, de corte rectangular, bordado lateralmente con guías de flores diversas en hilos multicolores. Al cuello se llevan cinco o seis collares de cuentas brillantes que penden a la altura del pelo; se peinan con dos trenzas adornadas con listones de seda del color de los bordados de sus vestidos.
Cuenta con diversos platillos típicos como el esquimole, chirioloxt, puchero blanco, mole, tamales, tamales de frijol, tepache, tequis y castilla.